Te entiendo. A mí me sirvió armar una rutina “anticaos”: antes de tocar nada, reviso qué documentos piden (DNI, selfie, comprobante), hago un depósito mínimo de prueba y pongo un recordatorio con la fecha límite del beneficio. También guardo capturas de pantalla por si luego hay dudas. Cuando quiero repasar lo básico sin perder tiempo, abro una guía de
apuestas de fútbol para chequear, de un vistazo, plazos, mercados válidos y cómo se cuenta el rollover. Con eso la verificación deja de ser un laberinto y los términos dejan de sorprenderte a mitad de camino.